El 31 de enero de 2020 quedará señalado en el calendario como la fecha en la que, de manera formal y definitiva, el Reino Unido se separa de la Unión Europea, marcando un derrotero que se inició hace tres años, pero que no sabemos aún qué alcances llegará a tener. La salida de este importante bastión de la vida comunitaria de la Europa moderna, aún sin la base ideológica que lo soporte, podría ser el inicio del fin de un sueño regional que a lo largo de varias décadas pudo demostrar su eficacia y legitimación.