El argumento más sólido para cuestionar la validez de la patente se fundamenta en mantener la diversidad genética en toda clase de plantas, flores y hortalizas, para su conservación.

Que se otorgue una patente para una máquina, un proceso industrial o un dispositivo tecnológico no ofrece resistencia ni produce cuestionamientos agudos de los motivos que fundamentan el otorgamiento de un monopolio temporal de explotación al innovador. Pero en el momento en el que la innovación se mueve a campos relativos a medicamentos, alimentos, biotecnología o ingeniaría genética las opiniones se dividen y pasamos a escenarios de alta complejidad.

De hecho, podemos decir que el tema del patentamiento de semillas es, junto con las patentes de medicamentos, de los que mayor resistencia generan. Terminada la pandemia de Covid-19, seguimos aún con la discusión sobre el papel que el sistema de patentes jugó en el diseño, el desarrollo y la distribución de vacunas en el mundo, y las posiciones parecen aún claramente distantes y encontradas.

Esta condición es la que estamos viendo reeditada en el ya polémico caso del pimiento patentado de Syngenta, que tiene la propiedad de ser resistente a la plaga de la mosca blanca. El caso está siendo estudiado por la Oficina Europea de Patentes, que analiza si la prohibición general al patentamiento de cultivos tradicionales se debe aplicar, o se trata de un caso de fitomejoramiento que justifica la existencia de la patente. De conformidad a los argumentos expresados por los productores tradicionales de pimiento se trata, en realidad, de una variedad silvestre oriunda de Jamaica.

Uno de los argumentos más sólidos para cuestionar la validez de la patente se fundamenta en la necesidad de mantener la heterogeneidad genética en toda clase de plantas, flores y hortalizas, para fines de su conservación. Si una patente reserva el uso de determinados recursos genéticos a una sola corporación, el acceso quedaría condicionado a quienes están en posibilidad de pagar por obtenerlo. Evidentemente, temas relacionados a la agrobiodiversiad y la seguridad alimentaria están estrechamente vinculados a esta clase de disputas.

La discusión en curso no se limita a esta variedad de pimiento, sino que alcanza a otras innovaciones como la cerveza que no caduca, melones sin semillas y tomates que no requieren de polinización, entre muchas otras que son sometidas y analizadas por las diferentes oficinas de patentes en el mundo, con resultados ambivalentes.

Como sucede en casi todos los casos de este tipo, del lado de los desarrolladores persiste el mismo alegato que sigue reclamando reconocimiento: si no existe un sistema legal que recompense la innovación a través de exclusivas de explotación, no habrá interés en realizar grandes inversiones en investigación y desarrollo de nuevos productos.

Dr. Mauricio Jalife Daher

Julio 19, 2023