Contra muchos de los pronósticos, las franquicias siguen avanzando en el país. Las franquicias son como ruta para la libertad financiera y laboral de nuevos emprendedores.

Las franquicias son, entre los diversos modelos de negocio, las que mejor retratan la confianza en la economía en ámbitos geográficos determinados. Los alcances suelen ser nacionales, pero también local o regionalmente se puede medir su desempeño.

La razón detrás de esta estimación obedece a la multiplicidad de factores que convergen en las decisiones para la apertura de nuevas unidades de franquicia. La primera es que son dos partes las que apuestan por el éxito del negocio en determinadas ubicaciones; la segunda es la lectura común de un ambiente exento de riesgos mayores; y la tercera es el entendimiento creciente de las franquicias como ruta para la libertad financiera y laboral de nuevos emprendedores. Bajo estos auspicios se celebró este pasado fin de semana, en la Ciudad de México, la que es la feria más grande de franquicias de América Latina. Para muchos entrantes al sector, el evento representa la prueba de fuego para medir el entusiasmo del mercado por el formato de negocio que se promueve. Para otros, la inasistencia marca su claro retiro del mercado o, al menos, un ciclo de recomposición o rediseño. De las conversaciones sostenidas con las diversas marcas que se presentan en la feria en la búsqueda de interesados en su modelo de negocio podemos decir que, para la mayoría, la asistencia de visitantes ha disminuido, aunque la calidad se ha incrementado. Hay menos visitas, pero los cierres se han incrementado.

Es claro, también, que la cultura de conocimiento de franquicias en el país ha evolucionado. Las preguntas de los interesados son cada vez más precisas, y las falsas expectativas creadas alrededor de estos modelos se ha ido erradicando gradualmente. De hecho, una observación punzante de algunos expositores es que muchos de los visitantes no llegan sin conocimiento previo de las marcas, sino que la mayoría ha realizado ya un análisis comparativo previo que les convierte en franquiciatarios mucho más sofisticados. En este punto es bueno recordar una de las secuelas virtuosas de las franquicias, consistente en la formación profesional que su ejercicio implica. Puede ser que el manejo de una unidad franquiciada fracase —en ocasiones por simple capricho del mercado—, pero la experiencia y la capacitación de ese empresario será capitalizada de muchas otras maneras en proyectos futuros.

Una nota peculiar de esta feria de franquicias es que las grandes marcas del sector siguen inamovibles, pero han crecido notablemente los giros respecto de los cuales se han desarrollado plataformas viables. Desde inmobiliarias hasta asesores contables, pasando por escuelas de todo tipo, talleres automotrices o creadoras de avatares, toda clase de conceptos son estandarizados hasta alcanzar su repetibilidad. Contra muchos de los pronósticos, las franquicias siguen avanzando en el país.

Dr. Mauricio Jalife Daher

Marzo 08, 2023